Huo siempre que pasaba por casa con la excusa de llevarme algo para que probara de su tierra, sobre todo comida, me pasaba horas hablando con él. En esa época poco sabía yo de Feng Shui y las mejoras que podían traer a mi vida, así como Los problemas que podría resolver en el entorno familiar. Pero Huo, fue para mí el inicio de este maravillo mundo en esas técnicas milenarias. Empezó contándome cosas que en un principio me parecía un "rollito de primavera" pero, poco a poco terminé prestándole toda mi atención.
A al final, deseaba que pasara por casa y me hablara de ese sistema que tanto me ayudó en años posteriores. Jamás me imaginé aplicar el Feng Shui en mi trabajo y en mi vida personal.
Me decía que el hogar es donde está el corazón, y no hay lugar como el hogar. Podríamos estar en otros lugares viajantod por motivos laborales, o explorando otros sitios y disfrutando de las delicias gastronómicas de otras culturas. Pero siempre, en el fondo nuestra mente estará pensando en nuestros seres queridos, la vuelta a casa, al hogar al núcleo familiar.
Huo me habló de una estancia muy importante en las relaciones familiares y de los amigos. Me habló de ese espacio multifuncional donde se reúnen las familias, el comedor como normalmente lo llamamos.
Huo siempre que venía a casa lo hacía pasar y lo invitaba a sentar un rato en una de las sillas que tenía precisamente en el comedor. Me dijo que es una de las estancias más importantes de la casa y que representa la felicidad y las relaciones positivas en el entorno familiar. ¡¡Por supuesto, la pieza fundamental del comedor era la mesa!!.
Precisamente nos sentábamos en unas sillas alrededor de la mesa que tenía más años que matusalén. Para él, que sabía mucho de feng shui, le daba igual la forma el color o el material del que está hecha o la dirección y posición de la mesa. Lo verdaderamente esencial es tener una mesa de comedor donde poder compartir los momentos claves de una familia. Siempre recordaré cuando me demostró que la familia que come junta, se mantiene junta. Esto quizás podría explicar por qué mis abuelos siempre insistieron en que toda la familia debería cenar junta.
Soy consciente que la mayoría de nosotros trabajamos y tenemos una vida muy ocupada con las comidas fuera de casa, pero siempre dejo la hora de la cena para pasarlo junto a mi familia. Es necesario interactuar con la familia y dialogar acerca de su día: es hora de prestar cuidado y preocupación del entorno familiar y sobre todos si hay niños pequeños.
Dicho esto, mi consejo es, procuremos mantener el espiritu de unidad pues es el momento que permanecemos en conexión con la familia. Además debemos mirar poco o nada la televisión y no usar los teléfonos móviles durante las comidas. No es porque lo diga, o lo recomienda el Feng shui. Tienen que comprender, que en la época que dieron los tratados del feng shui no había la tecnología de hoy y no existe nada sobre el tema que acabo de indicarles.
Pero si habla de la energía que fluye en un buen ambiente sincronizado con todos los habitantes de la casa. En otro momento les hablaré de la sincronicidad como pieza clave personal.
Les dejo una recopilación que CASA VOGE publicó de comedores muy actuales y llenos de color
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